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SOY UN SUPER HÉROE

  … Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras  comics  de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc

ANTES DE IR A UN HOSPITAL

 

De pronto, si necesitas de los servicios médicos inmediatos, pues de súbito, alguna dolencia, o mal se le ocurrió manifestarse en tu cuerpo, en plena madrugada, y éste hace que te sientas fatal, percibes que estás en las horas últimas, antes de pasar al otro lado. ¡One moment please!, antes tienes que preguntarte, si lo que te aqueja es una urgencia, o una emergencia.

¡Diablos!, como saber si es uno, o lo otro, y como distinguirlos, hay algún método, o manera, pues yo francamente, como diría el comercial, “desconozco mayormente”.

Sólo alcanzo a distinguir tal vez una consonante, o una vocal, de más o de menos, en dichas acepciones, pero la idea de premura, al parecer que yo presumo no se ajusta al criterio del hospital.

Y es que el cuadro clínico que presento, al menos para mí resulta grave, que precisa la inmediata intervención de un galeno, para apaciguar mis males.

Pero los encargados de la admisión del centro hospitalario al parecer no comparten la misma opinión. Y si no cumples con los requisitos de admisibilidad, no hay mal que valga la pena, y tal cual llegaste serás despachado.

De repente piensan los encargados de regentar éstos, que nos encanta ir a un hospital de madrugada, para jugarles alguna bromilla, por nuestra falta de sueño, apnea, o insomnio crónico. Y ya deberíamos estar en casa, en nuestras camitas y bien dormidos, y dejar de hostigar, porque es un hospital de urgencias, o emergencias, o como sea que se les llame.  

Pienso acaso, deberíamos llevar a manera de precaución, o tener perpetuamente a mano, una declaración jurada y por escrito, si es posible con firma legalizada ante un notario de renombre, y para dar mayor fe, que aquello que estás diciendo es verdad, pues tu palabra, bueno en general la palabra de cualquiera está muy subvaluada, es decir, no vale nada, por o que tienes que agenciarte en lo posible de un par de testigos que den fe, que lo dicho es la purita verdad y que en verdad te estas muriendo.

En este punto es más probable que te mueras, pero no del mal, que te llevo al nosocomio, si no, por el mal rato que te harán pasar estos nobles seres. Por lo que, mejor quédate en casa, y ruega que los espíritus sanadores y las hierbitas que despreciabas y que gentilmente te los preparaba y ofrecía tú abuela, o tú vieja, obren su milagro, de lo contrario, como dirían los chibolos, ya fuiste.



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