Estaba mirando un reportaje sobre algunos maestros o "encarnaciones" de dios que habitan en la tierra, en específico en algunos lugares de las tierras exóticas de la lejana Asia. Y al parecer estos maestros se hallan en permanente trance lo que hace posible que sus espíritus terrenales encuentren comunión y se integren con ciertas divinidades en algún punto astral o algo así. Pero para alcanzar estos estados incorpóreos o de trance, tienen que beber o fumar cierto tipo de sustancias , cuyos ingredientes son algo así como psico-activos o alucinógenos, de manera que todo el tiempo están fumando cannabis , o al menos se beben como seis vasos diarios de un coctelito a base de marihuana. ¡Diablos y demonios alucinógenos! con esta cantidad de sustancias circulando por su cerebro y venas, me digo, es como estar en primera fila en una realidad alterna , por lo que, ya ubicado allí puedes echar una mirada panorámica exhaustiva a esos parajes celestiales y hasta tambén del mis
Chicos tres "R" Continuando con nuestra recreativa serie, "la infancia y sus recreos", hoy "los zancos" hacen su debut en este atelier literario nostálgico. Éramos chibolos** creativos por lo que, hacíamos de las latas, aquellas que alojan a cierto tipo de leche, algún tipo de café o cualquier producto que viene en este tipo de contenedor, las haciamos un objeto eco-sustentable mediante el reuso , recicaje y, al mismo tiempo, reducíamos los gastos que se generaría en la adquisición de otros objetos para la diversión. Y bajo este nuevo esquema, estas latitas, las llamabamos " zancos ". El reto era pararse sobre estas latas y echarse a caminar, para lo cual se adosaba una pequeña cuerda, que fungia a manera de bosal y con el cual se podia mantener unida a nuestros pies. Así manteniamos unido el extremo superior de la lata a nuestra mano, de manera que, al levantar el pie para dar un paso, estas latas permanecían adosada al pie mientras se daba c