Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e
Me despierta cierta música que llega a mis oídos y cuyas melodías pegajosas me hacen saltar como un resorte desvencijado de mi catre 1 “ King size ”. Acercándome a la ventana de mi habitación, siguiendo la huella acústica de estos agradables acordes que han procedido a actuar como un despertador musical, cuyos arpegios sobrecogedores me transportan a esos paraísos cálidos de bachatas, cumbias y todos esos géneros urbanos muy de moda, de manera que, a través del alféizar advierto que en frente de la calle, en el retiro del edificio que es la sede de un ministerio estatal, -cuyo rebuscado nombre con el que se bautizó, y aún más de su noble el propósito para el cual fue creado. Ambas genialidades se funden para dar a conocer al país que la única misión y su razón de ser, es el de garantizar los servicios básicos que toda familia de estas tierras se merecen y debe tene r-, y es en ese espacio, ubicado en la entrada principal, que se han apostado allí, justo en las puertas de este col