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Mostrando las entradas con la etiqueta Nostalgia

Jaquearon mi internet

  Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e

CITAS AMOROSAS EN LA ACTUALIDAD

La conquista  Antes de la vigencia plena de los móviles y del furor de las redes sociales, conquistar a una chica exigía algunas mínimas destrezas que había que ir desarrollando para no fallar en el proceso, entre ellas, pues se tenía que contar con al menos un mínimo dominio, de lo que en aquel tiempo llamábamos como, “labia” * Había una real interacción en la pareja , pues aquello de las distracciones producidas por elementos ajenos a la tertulia, eran inexistentes, amén de alguna circunstancial, en consecuencia, cada miembro participante del flirteo, estaba presente en cuerpo y alma en cada cita. Por lo que, cuando salías a pasear con tu aspirante a novia o, mejor dicho, cuando estabas postulando para ser considerado como enamorado de "hecho y con derecho", pues, había que tener una estrategia bien concebida, como a dónde ir a pasear, qué lugares evitar y, sobre todo, escoger lugares donde el disfrute del ambiente y el entorno ayuden en tu único y real objetivo, la con

Una postal de los setentas

Recuerdo ahora, cuando era un crío por los años 70´s, poseía unos zapatos llamados macarios, eran simplemente descomunales y, diablos como me gustaban usarlos . Más ahora, que lo veo desde la perspectiva que da el tiempo, en consecuencia, la serenidad, la calma y el buen juicio y, sobre todo un elemental respeto por un elemental gusto , que proporcionan los años, es que me pregunto, a quién se le ocurrió tal innovación grotesca, y cómo pude haber disfrutado de tal experimento , en fin. No puedo encontrar otro símil para ilustrar aquellas tabas * como la que usan los clowns o payasos, simplemente gigantescos, titánicos, descomunales y endemoniadamente feos, pero re-diablos como me atraía ponérmelos. Los repujaba y pulía desde, uno simple con un pañito y agua, hasta uno militar con su betún apropiado, dejándolo tan brillante y reluciente como aquella idea que dio origen a este esperpento. De hecho, también los usaba acompañado de alguno que otro pantalón acampanado . Sí, viene a mi ment

Los Chanitos

Expertos en física avanzada El juego de nuestra mocedad lllamado "chanitos" era una especie de golf, pero sin los palos típicos de estos y envés de las pelotas usábamos las semillas de unas leguminosas como los frijoles para cumplir la función de estas. El escenario era montado en una porción de la superficie libre de alguna calle , y que en aquellos tiempos era raro encontrar asfalto o cemento en las calles, eran de solo de tierra. Las calles céntricas de la ciudad erán las únicas que estaban pavimentadas. Por lo que era fácil hacer un pequeño hoyo en esta "calle de tierra". A una distancia determinada de este hoyo se ubicaban los participantes, y se procedía a lanzar con precisión, una dotación de estos granos de frijolitos a los cuales se le denominaba chanitos . El número de estos previamente eran pactados entre los participantes, y que necesariamente tenían que ser de colores, pues nadie deseaba jugar con aquella persona que tenía granos monocromáticos como l

EL HÍPSTER QUE LLEVAMOS DENTRO

Nos encanta, algún episodio, etapa, o incluso la totalidad de un tiempo ido y tratamos de conducirlos de vuelta a nuestra vida. Por algún motivo nos enamoramos de todo aquello que pasó, perennemente nuestros juicios de valor en relación al pasado van a ser positivos, lo consideramos inmejorables, difíciles de superar, adoramos restrenar aquellas vestimentas, música, canciones, en fin, todo aquello que evoque aquellos momentos idos, pues lo consideramos como clásicos, geniales, estupendos. De hecho, los carros con algún pedigrí , o mobiliario de años o siglos anteriores son como poseer unas joyitas vintage . Y todo se vuelve a poner de moda una y otra vez, las tendencias del pasado y del presente, estoy seguro que un futuro próximo o lejano, esteremos nostálgicamente echando de menos. De manera que, si en la actualidad nuestra cultura pop * nos resulta y parece trivial, de hecho, mañana el hípster que llevamos dentro, adorará y le ofrecerá el culto que hoy le esquivamos. ---