... Ante la evidente imposibilidad de lograr que cualquier texto sobre ciencias duras o blandas y, otras materias relacionadas con la academia formal, llegue a la mayoría de la gente, para que de algún modo todo este conocimiento generado no se pierda en el olvido y cumplan con algún otro objetivo, aparte del muy noble que se los concibió, como apolillarse en los anaqueles de las bibliotecas de las universidades, de los institutos y en fin, de cualquier otra institución académica. Entonces, es hora de repensar en nuevos formatos para dar paso a una eficiente y vasta divulgación. Cualquier documento científico o formal, en general, sigue ciertas pautas básicas y estrictas basado en la formalidad y rigor, en consecuencia, también la redacción y su formato de presentación responde a dichos parámetros. Se trata entonces, de buscar un vehículo más amigable para utilizarlo como contenedor, y este contenedor que recoge el conocimiento, tiene que romper con los viejos esquemas, para o...
Cuando era joven [allá por la era de piedra de la informática] para proceder a usar el ordenador al cual tenía acceso, había que hacer un previo protocolo de inicio antes de proceder a trabajar en dicho ordenador. Era algo así como, ejecutar el correcto formateo de las memorias magnéticas, que en aquellas épocas se llamaban floppy disk , pues al no ser tu PC , estos arcaicos pent drive servían de cuadernitos para anotar todos tus trabajos. En consecuencia, el formateo era un prerrequisisto, de esta manera el entorno gráfico de trabajo tendría algo así como los espacios y márgenes correctos. Luego, pero no menos necesario, era pasar a la tarea de jerarquizar los directorios y subdirectorios. Ahora a estos elementos se los ha renombrado con nombres menos formales, como carpetas, archivos, folders. El hecho es que ayer [al igual como ahora] tenía la mala práctica de guardar el archivo con un nombre totalmente ajeno a lo que se refería la información que estaba trabajando, en c...