... Ante la evidente imposibilidad de lograr que cualquier texto sobre ciencias duras o blandas y, otras materias relacionadas con la academia formal, llegue a la mayoría de la gente, para que de algún modo todo este conocimiento generado no se pierda en el olvido y cumplan con algún otro objetivo, aparte del muy noble que se los concibió, como apolillarse en los anaqueles de las bibliotecas de las universidades, de los institutos y en fin, de cualquier otra institución académica. Entonces, es hora de repensar en nuevos formatos para dar paso a una eficiente y vasta divulgación. Cualquier documento científico o formal, en general, sigue ciertas pautas básicas y estrictas basado en la formalidad y rigor, en consecuencia, también la redacción y su formato de presentación responde a dichos parámetros. Se trata entonces, de buscar un vehículo más amigable para utilizarlo como contenedor, y este contenedor que recoge el conocimiento, tiene que romper con los viejos esquemas, para o...
Esto de andar por los cincuenta tiene sus ventajas, cuando estoy en alguna cola* la señorita que guía la línea de cualquier redil** público o privado, me ofrece saltarme ésta y acceder a las ventanillas destinadas a las personas de mayor edad. ¡Diablos! Tal vez no he advertido ni me he mirado al espejo recientemente, y de pronto, ya esté bien entrado en años y mi aspecto sea el de un viejito. Y cuándo ocurrió aquello, pues hasta antes de la pandemia , todos, grandes y chicos, en cualquier cola, en el bus de transporte público, amén de otros contextos y sitios, me ignoraban. Ahora de súbito, y usando barbijo, y hasta antifaz transparente, mi aspecto se ha transformado, al parecer me veo como Matusalén, a cuya abstracción sin duda contribuye mis ralos pelos canos que aún me quedan en los costados de mi testa. Pero prefiero a esta presunción o conjetura, a soplarme*** una infinita y larga cola, -de y para- acceder a cualquier tipo de servicio. Y hasta voy más allá, pues aplico alg...