Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e
“ No arregles esa silla, mejor será que llames a un profesional para que haga el trabajo ” Es la sentencia que pronuncia mi mujer cada vez que me ve en casa tratando de arreglar o componer algo, y es que piensa que resultaría más beneficioso dejarlo como está, pues encarar dicha labor, sería un tiro al azar, puede que resulte bien, pero como ya es testigo ocular de aprendizajes previos , donde todos estos experimentos domésticos no resultaron nada bien, por lo que mejor es no tentar al destino o, mejor dicho, no tentar a mis torpes manos. La verdad creo que subestima mis cualidades de maestro fontanero, carpintero, pintor, electricista, y hasta de jardinero, pues cualquier labor doméstica que necesite ayuda como compostura y arreglo, mantenimiento preventivo o correctivo, en fin, La verdad nunca escaqueo dichos deberes., y humildemente yo siempre me siento con la suficiente capacidad y tino para lograr mis objetivos, pero al parecer estos objetivos, están lejos de ser el ideal de