Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e
Han leído alguna vez una resolución de cualquier ente gubernamental, diablos hay que conseguir un traductor para reconocer lo que nos están comunicando, pregunto acaso, están difícil usar el español común y silvestre, por qué no usan un lenguaje llano , de uso corriente como cualquier cristiano. Presumirán quizás que, al hacer uso de este lenguaje, tal vez los hará ver y parecer más profesionales, pues en absoluto, es todo lo contrario, hasta me parece de lo más ridículo. Cuando por algún motivo te encuentras en este tipo de telaraña burocrática , e hiciste valer tu derecho a la apelación, ante la municipalidad respectiva, esperando que la respuesta sea igual de clara y simple, como tu texto elevado a dicho ente. Pero lo que te retornaron ya no parece una respuesta, sino una enumeración pormenorizada de decretos, leyes, artículos, estatutos, apartados, párrafos, incisos y más incisos de leyes que, tú jamás suponías que existían pero aunque no lo creas, las hay, y nuevamente te reit