Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e
Tal vez sea la " fotocopia " el elemento más importante que recuerde todo estudiante de los 80's y 90's de cualquier centro de estudios. Posiblemente en el campus universitario, faltaba alguno que otro laboratorio, mobiliario apropiado, aulas, quizás también se carecía de bibliotecas, y hasta de seguro no había una plana docente como Dios manda , en fin, pero lo que nunca podía faltar, o bueno en cualquier campus que medianamente se respete, era tener cuando mínimo, un centro de fotocopiado en cada facultad y, también como Dios manda, y para este caso particular, la prescripción de nuestro supremo creado r era, el único mandamiento que verdaderamente se hacía carne. Auditóriums repletos, o bibliotecas con aforos copados de muchedumbres, o aulas ahítas de bote a bote, no era un indicador de una floreciente comunidad universitaria . No, más bien se tomaba el pulso de su prosperidad, en relación al grado de concurrencia, pero a estos centros de fotocopiado. Er