... Ante la evidente imposibilidad de lograr que cualquier texto sobre ciencias duras o blandas y, otras materias relacionadas con la academia formal, llegue a la mayoría de la gente, para que de algún modo todo este conocimiento generado no se pierda en el olvido y cumplan con algún otro objetivo, aparte del muy noble que se los concibió, como apolillarse en los anaqueles de las bibliotecas de las universidades, de los institutos y en fin, de cualquier otra institución académica. Entonces, es hora de repensar en nuevos formatos para dar paso a una eficiente y vasta divulgación. Cualquier documento científico o formal, en general, sigue ciertas pautas básicas y estrictas basado en la formalidad y rigor, en consecuencia, también la redacción y su formato de presentación responde a dichos parámetros. Se trata entonces, de buscar un vehículo más amigable para utilizarlo como contenedor, y este contenedor que recoge el conocimiento, tiene que romper con los viejos esquemas, para o...
Esto de las cuestiones tecnológicas, se desarrollan más rápido de lo que uno imagina. ¡Diablos y demonios innovadores! Creo que por estas tierras* estamos ligeramente atrasadisimos en esta área a nivel país, ¡Ah! pero felizmente no en cualquier campo, pues en lo que se refiere a la ciencia e innovación burocrática, somos los que marcamos el paso. Esto se confirma y reafirma y se vuelve a corroborar una y mil veces más. Mientras esperas la respuesta, por ejemplo, a una solicitud de cualquier tipo dirigida a un ente burocrático, para cuando recibiste la contestación - que por obra y gracia de alguna divinidad benevolente se apiadó de tus jaculatorias-, ya se han generado y están disponibles para el mercado, apps , o softwares , o cualquier tipo de arquitectura digital, de hecho, hasta se han regenerado estas mismas versiones por otras más avanzadas. Entonces, desde que iniciaste el trámite burocrático hasta que recibiste la respuesta pareciera que ha pasado como un siglo en término...