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Mostrando las entradas con la etiqueta En busca de luz

Jaquearon mi internet

  Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e

Configurando mi mouse

  Conjeturaba que yo, ya era un experto en estos asuntos informáticos, sin embargo, como cada vez que doy por sentada ciertas cosas, compruebo y reafirmo una y otra vez que, soy más tonto de lo que parezco. Ahora comprendo por qué un simple ratoncito puede asustar hasta un elefante. Siempre he usado estos periféricos de los ordenadores, de hecho, me parecen geniales más que el mismo touch pad que viene incorporado al ordenador de sobremesa. Me seduce la idea de usar, el ratón inalámbrico que me cede una de mis hijas en calidad de préstamo perpetuo, y este no precisa de cables para conectarse a los puertos del ordenador. En consecuencia, me dispongo ya mismo a configurarlo, para poder usarlo. Reviso la información que viene por defecto en la interfaz del ordenador, pero me redirecciona a otras pestañas que no tienen nada que ver con lo que estoy buscando. Reviso en la red algunos tutoriales, pero no encuentro lo que busco. Consulto a nuestro nuevo oráculo de delfos de la AI* para

Sr. Oscuro

  El Sr. Oscuro es participe que, el mercantilismo debería ser considerado un derecho público , escaquea toda forma de oficio manual, pues considera al noble oficio de pensar como, el trabajo más noble y quizás más difícil. ¡supremo bien! Pretende ver más allá de lo que nuestros ciegos ojos no alcanzan a ver, y es cuando comprende que necesita de las aguas del Siloé para lavar su careta.   Su égida está basada en el conocimiento, pero cuanto más conoce más vulnerable es, se torna menos sabio, y su ignorancia se acentúa   Su espada es su pluma, que está llena del fuego sagrado, de aquel que Prometeo robó a  los dioses del Olimpo ,. Y con él, porfía en incendiar las praderas de su propio oscurantismo necio y obtuso. Se conduce por la vida satirizándose y ridiculizándose , porque a esta altura de la vida, lo que menos le importa es, ¡el qué dirán!, de hecho, es él rey y a la vez un bufón, pero de su propia corte.   Considera a Rodinia, Pangea como sus verdaderas moradas, pues, est

Encuentro con el más allá

  Estaba mirando un reportaje sobre algunos maestros o "encarnaciones" de dios que habitan en la tierra, en específico en algunos lugares de las tierras exóticas de la lejana Asia. Y al parecer estos maestros se hallan en permanente trance lo que hace posible que sus espíritus terrenales encuentren comunión y se integren con ciertas divinidades en algún punto astral o algo así. Pero para alcanzar estos estados incorpóreos o de trance, tienen que beber o fumar cierto tipo de sustancias , cuyos ingredientes son algo así como psico-activos o alucinógenos, de manera que todo el tiempo están fumando cannabis , o al menos se beben como seis vasos diarios de un coctelito a base de marihuana. ¡Diablos y demonios alucinógenos! con esta cantidad de sustancias circulando por su cerebro y venas, me digo, es como estar en primera fila en una realidad alterna , por lo que, ya ubicado allí puedes echar una mirada panorámica exhaustiva a esos parajes celestiales y hasta también del mi

Un lindo despertar

  Me despierta cierta música que llega a mis oídos y cuyas melodías pegajosas me hacen saltar como un resorte desvencijado de mi catre 1 “ King size ”. Acercándome a la ventana de mi habitación, siguiendo la huella acústica de estos agradables acordes que han procedido a actuar como un despertador musical, cuyos arpegios sobrecogedores me transportan a esos paraísos cálidos de bachatas, cumbias y todos esos géneros urbanos muy de moda, de manera que, a través del alféizar advierto que en frente de la calle, en el retiro del edificio que es la sede de un ministerio estatal, -cuyo rebuscado nombre con el que se bautizó, y aún más de su noble el propósito para el cual fue creado. Ambas genialidades se funden para dar a conocer al país que la única misión y su razón de ser, es el de garantizar los servicios básicos que toda familia de estas tierras se merecen y debe tene r-,   y es en ese espacio, ubicado en la entrada principal, que  se han apostado allí, justo en las puertas de este col

DIOS SUBCONTRA PARA QUE SE HAGA LA LUZ

  Cuando me llaman de casa para informarme que están colocando el medidor de luz solicitado para mi predio, hace… bueno ya perdí la cuenta del tiempo, pero eso no importa ahora, pienso hoy será un genial día. Me apresuro en regresar y observar insitu tan magno acontecimiento. Jamás había reparado que dichos aparatejos, medidores de luz, vatihorímetros, contador de luz o de electricidad, o como quiera que se les nombre, llegarían a convertirse en objetos tan importantes para mi vida con una trascendencia que muy pocos han logrado con tal magnitud. Me he convertido de un tiempo a esta parte, en testigo ocular, inquieto observador de todos estos aparatos que se encuentran adosados en las paredes de las casas que envidio y admiro. Cada vez que voy caminando por las calles de cuando en cuando me detengo por unos minutos a examinarlos con curiosidad, los veo de un ángulo, o del otro, de perfil, de arriba abajo, me gusta contemplarlos en diferentes planos y ver toda su magnificencia. Están

¡ Y SE HIZO LA LUZ ! …O AÚN?

Hasta que, por fin estaba encaminado, yo tontamente felíz me dirijo a firmar el contrato de prestación de servicios, el que hasta estas alturas lo considero uno de los bienes más preciados que pueda poseer el ser humano, La LUZ . Si por fin tendré LUZ en mi predio , después de dos años tres meses y cuatro días. Estoy a unas pocas horas de tan magno hecho, pero ya me imagino coronando mi propio Everest. Y voy raudo sus muy dignas instalaciones, donde la empresa proveedora de tal servicio tiene sus oficinas. Poco a poco, a paso firme y sereno como del que se sabe triunfador, llego presto a lo que sería el inicio de una nueva odisea. Creo que Ulises ya hubiera desfallecido si los dioses, cuando pensaba que sus peripecias tras 10 años de guerra alado de los Aqueos , y tras otra década más que le tomó su regreso a Ítaca, le indicarían que aun, ni siquiera sería el inicio del fin de su aventura. Y volvería a empezar como un ciclo interminable de idas y venidas cual Sísifo llevando a la esp

Hágase la LUZ

    Me encuentro gestionando el servicio de luz para mi predio, y necesito una autorización de la municipalidad donde se ubica, para llevar dicha hoja a la concesionaria de luz. En la "muni" me indican que, tengo que hacerlo virtualmente, porque solo laboran de esa manera por motivo de la pandemia. Reúno toda la documentación y lo descargo en su pagina habilitada para tal fin. Genial y contra todos los pronósticos, todo discurre de una manera, fácil, rápida, simple y accesible. Me digo a mí mismo, que su sistema digital debería de ser emulado por otras municipalidades de la ciudad, que digo, por todas las municipalidades del país. Es más, por todas las municipalidades del mundo. Al siguiente día, recibo la noticia a través de un correo, ¡ su solicitud ha sido denegada ! pues entre la documentación revisada falta la solicitud. Bueno en realidad si esta, sino que, la quieren en otro formato. Tonto yo, no haber previsto ese pequeñísimo detalle, y me apresuro a enmendar el