... Ante la evidente imposibilidad de lograr que cualquier texto sobre ciencias duras o blandas y, otras materias relacionadas con la academia formal, llegue a la mayoría de la gente, para que de algún modo todo este conocimiento generado no se pierda en el olvido y cumplan con algún otro objetivo, aparte del muy noble que se los concibió, como apolillarse en los anaqueles de las bibliotecas de las universidades, de los institutos y en fin, de cualquier otra institución académica. Entonces, es hora de repensar en nuevos formatos para dar paso a una eficiente y vasta divulgación. Cualquier documento científico o formal, en general, sigue ciertas pautas básicas y estrictas basado en la formalidad y rigor, en consecuencia, también la redacción y su formato de presentación responde a dichos parámetros. Se trata entonces, de buscar un vehículo más amigable para utilizarlo como contenedor, y este contenedor que recoge el conocimiento, tiene que romper con los viejos esquemas, para o...
Estaba mirando un
reportaje sobre algunos maestros o "encarnaciones" de dios que habitan en la
tierra, en específico en algunos lugares de las tierras exóticas de la lejana
Asia.
Y al
parecer estos maestros se hallan en permanente trance lo que hace posible que sus espíritus terrenales
encuentren comunión y se integren con ciertas divinidades en algún punto astral
o algo así.
Pero para alcanzar estos estados incorpóreos o de trance, tienen que beber o fumar
cierto tipo de sustancias, cuyos ingredientes son algo así como psico-activos o
alucinógenos, de manera que todo el tiempo están fumando cannabis, o al menos
se beben como seis vasos diarios de un coctelito a base de marihuana.
¡Diablos y demonios alucinógenos! con esta cantidad de sustancias circulando por su cerebro y venas, me digo, es como estar en primera fila en una realidad alterna, por lo que, ya ubicado allí puedes echar una mirada panorámica exhaustiva a esos parajes celestiales y hasta también del mismísimo hades, pues tienes los pasajes correctos para ser considerado como un visitante premium del séptimo cielo o de los quintos infiernos según sea el caso. Y estando en ese estado alucinírico* hasta es posible, que en dicho estado, se nos revele hasta el mismísimo demonio con todita su parentela, y alguno o dos vecinos más de éstos.
Pero estos hechos son en buena o mala cuenta, una herencia de nuestra antigüedad -lejana o cercana-, por lo que, las sacerdotisas,
pitonisas, los oráculos, en fin, cualquier alma terrenal en el plano místico, para
alcanzar alguna divinidad y entrar en comunión con estos, tenía que agenciarse
primero de ciertas sustancias que favorezcan tal proceso.
La idea es que,
sin hacer uso de estos detonantes que literalmente te hacen ver que hay en las
estrellas, solo cultivando las buenas prácticas eco amigables de la espiritualidad
y bebiendo solo agüita de caño, como para mantenerse hidratado, algún día, tal vez, quizás y, a lo mejor se te revele una epifanía. Pero lo dudo, a lo sumo se te revelará
una soberana disentería, porque esta agüita de caño que proviene de la
alcantarilla pública, está repleta de coliformes fecales, que si no te tratas
ya mismo, de seguro mañana estarás en el más allá y, también visitando el eliseo, pero dado al C.V** terrenal, lo más seguro es que estarás siendo recibido por el mismísimo satanás.
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*alucinírico. palabra revelada a nuestro afiebrado autor, tal vez, en algunos de esos episodios que visitó el hades tras fumar ciertas sustancias poco santas.
** C.V. Hojita de vida que cultivaste en tierra.
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