Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e
Esto de las claves secretas de todos y cada uno de mis correos personales y profesionales, así como el santo y seña, passwords de los diferentes aplicativos de la red y hasta de las tarjetitas de fiado bancario, cada vez que me presto a usarlas, no alcanzo a recordar, cuál es tal, una o la otra, o siquiera, alguna pista que me revele qué caracteres pertenece a tal o cual aplicativo, no, nunca logro recordarlas . No hay manera de retrotraerlas a mí memoria, pese a que durante el proceso de creación de cada una de ellas daba por sentado que esta vez, si en verdad las evocaré , pero al igual como en todas las anteriores, que me dije a mí mismo, con esta fechita de mí cumple*, o el onomástico de algún familiar, o cierta fecha conmemorativa y en extremo significativa para mí, o de mi clan, será imposible su olvido, pues caso contrario, significaría caer en la categoría de ser clasificado como un re-tonto. Y sí, en efecto, confirmo hasta ahora que, no hay santo y seña eficaz aprueba de sup