No sé quién inventó esta palabrita, ¡pucha!, cómo fue su origen, la verdad no me he tomado la molestia de seguir su
linaje de cómo sucedió su creación. Fue acaso producto del juego azaroso del destino,
tal vez. Fue un exabrupto tornado en brillante destello, quién sabe. De hecho,
descarto de tajo que su origen sea latino, o griego, medieval o cualquier otro
rastro que no sea otro que nativo. Es "made in" en estas tierras … más creo también
que, está humilde y nativa palabrita proviene de la mente preclara de la real academia
de la calle. Sí, ese debería de ser su origen.
De hecho, su morfología, su semántica, sintaxis y ortografía es tan simple y noble como su significado.
Es quizás la interjección
más cool que siempre me esfuerzo en usar, sea en forma profesional o deportiva,
ora escrita o hablada, se presta para usarla bajo cualquier formato, siempre
cae bien, y por ello porfío en su empleo, siempre será bien recibida.
Actualmente, es una
palabra que ya casi está en desuso, pero me niego a descontinuar su empleo, al
contrario, me parece encantadora, simplemente festiva, graciosa y suena muy bien.
De manera que no dudo será como aquellos eccemas recidivantes que regresan y
vuelven a regresar, por lo que, estoy también seguro que las nuevas generaciones
las seguirán empleando una y otra vez.
¡PUCHA! Y como no hay
nada más que decir al respecto, al menos por ahora, me tengo que ir, hasta redescubrir
o celebrar alguna otra interjección o palabra, tan o más genial que la gran ¡PUCHA!
Comentarios