Ir al contenido principal

SOY UN SUPER HÉROE

  … Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras  comics  de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc

MARCAS REGISTRADAS GLOBALES

Ya mismo, deseo presumir mi último y genial logro, mi fresquita y calientita adquisición, móvil de..., bueno ya no recuerdo ni que generación es, pero lo que sí sé es que, miles de manitas, de miles de niños, jovencitas o jóvenes, que por su núbil edad los hace en extremo valiosos y ventajosos, así como, más diestros y más hábiles en la compaginación y ensamblaje de minúsculas piececillas, y que gracias a su trabajo cuasi forzado, hoy, con gracia me encamino a exhibir mi nuevo juguetito.

Y por qué peder el tiempo asistiendo a la escuela, cuando estos chicos están mejor manufacturando y produciendo aquellas, zapatillitas, trapitos geniales, y otros que, decorosamente uso para practicar mi deporte favorito, o para mostrarme casual, o más formal, aun cuando cada prendita, me cuesta un ojo de la cara, claro literalmente. Pero allá donde los fabrican, en Indonesia, India, y otros países del tercer, cuarto y quinto mundo, los dueños y patrones de estas marcas globales sabiamente encargan su manufactura muy lejos de sus matrices donde radican, porque allí no les cuesta ni literal, ni simbólicamente un quinto, que obrarlos en sus patrias de origen. ¡Gracias aldea global!

Al parecer se trata de un movimiento ecuménico y claro no puedo sustraerme de aquella corriente, que genera la moda, de verse y sentirse super genial, por el ejercicio de poseer y ostentar estos formidables, prestigiosos objetos que, uso, visto y calzo.

Total, esto de la esclavización moderna de miles de trabajadores que son ilegalmente explotados, y cuyos pasivos ambientales serán activos perpetuos para las próximas generaciones donde se afincan estos obrajes, a nadie le importa, a mi porqué tendría que quitarme el sueño.

Sin cargo de culpa continuaré presumiendo, ostentando y alardeando gratuitamente de estas marcas globales, que me hacen ver muy cool y genial.

Y no habido, no hay, ni habrá, manitas desamparadas, sobre explotadas, y débitos ambientales, que me estropeen mi esnobismo pop*. No hay nada que pueda obstaculizar tan loable propósito de vivir cómo pueda y quiera y no como debería ser.

---

*Esnobismo popular. Dícese del orgullo de ostentar, cualquier cosa que el mercado pueda proveer sin prestar atención si provienen de un comercio justo y ambientalmente sustentable.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Olimpo y nuestro cielo

Cualquier parecido con la actualidad es mera casualidad El hogar donde residían las diferentes deidades antiguas era precisamente el olimpo. Y cada uno de estos dioses poseía singularidades características que los definían. De esta manera detentaban ciertos poderes sobre uno o varios elementos de la tierra. Y estas atribuciones, pues como debe ser y corresponde  a su jerarquia teocrática, las ejercian sin bridas ni contemplaciones de acuerdo a sus egoístas antojos , pues estos dioses al igual que los humanos podían, amar, hurtar, tener ira, en fin. En consecuencia, ostentaban las mismas miserias morales humanas, por lo que era muy menudo jugaban con el destino y repartían venganza entre los mortales. También estas divininades apreciaban en sumos grado todo esto de las ofrendas y sacrificios .   Cada uno de ellos, unos más que otros, poseía sus egregios templos erigidos por sus siervos, es decir, por sus fans mortales que anhelaban ser merecedores de la gracia y favor de aquellos. Y

Mi tío Benny* y su fobía legítima a la personalización de los vehículos

    “ Esto de las personalizaciones de los vehículos son cojudeces, necesitamos que el mentecato coche, cumpla cabalmente con su endemoniada función para el cual fue ideado, llevarte de un punto A, al punto B, nada más, el resto a la camisa **”  … Sí eso decía mi tío Benny * Y es lo primero que me viene a la mente, ahora que estoy en una concesionaria, y voy examinando estos modernos vehículos que año tras año nos provee el mercado vehicular, para nuestra completa satisfacción. Al parecer estos criterios que tenía mi tío Benny acerca de la única y original, función que debería satisfacer los vehículos a sus propietarios, al parecer ya no es así, son cosas del pasado, Ahora, la principal función felizmente, aún se mantiene, pero sólo es cuestión de tiempo, para que se decante, y tenga el mismo final en que acabaron los teléfonos personales , hacen de todo y muy poco de su función primigenia. Pero por ahora, estos carros además de trasladarnos, al parecer no es suficiente, debemos y

Intentando encontrar una ciudad propia

  Motivado por mi grado cada vez mayúsculo, y máximo rechazo a como la ciudad se ha transformado en un monstruo irreconocible , donde entre otras cosas, el tránsito de peatones y conductores impenitentes , resulta como un acertijo indescifrable, quizás normado por la supresión de cualquier sentido práctico o común de una convivencia racional, y que sólo es superada por reestrenadas primigenias formas de sobrevivencia, a costa de todo y de todos, en fin.Quisiera dejar de lado todo esto e iniciar una nueva ciudad, o cuando menos un feudo particular y privado, basado en mis particulares estándares de disfrute personal.   E n esta ciudad ideal y autogenerada por mí mismo, no pago impuestos , ni de hecho me los despojarían, ni los buenos ni los malos. No hay jerarquías burocráticas de ninguna letra, ni nivel, como las fácticas de carne y hueso, que tratan de esquilmar mis bolsillos. Puedo segregar a mis vecinos , a los no tan vecinos, así como a mis amigos y enemigos. En esta particu