Hasta ahora recién me entero que, en la red también se dispone de cazatalentos virtuales. Sé ahora, de la noble, desinteresada, desprendida, y sacrificada existencia de supuestos reclutadores que escudriñan nuestras hojas de vida descargadas a las redes. Y al parecer, toda esta info antes que llegue y sea valorada por la empresa contratante en cuestión a la cual te postulaste, ellos, son el primer y tal vez el único filtro a superar.
No
logro entender por qué las mismas empresas no evalúan, y tasan la documentación
de los postulantes y se valen de una intermediación, y es que acaso, estos reclutadores
virtuales realmente saben qué tipo de talento humano apetece y necesitan ellas. O son una especie de consejeros que le susurran al oído y le dicen, éste es el mero
mero, es el tipo que necesitan ya mismo.
Y
lo que menos entiendo, es por qué no califico a ninguna empresa pese a mis
estudios universitarios, de postgrado, y algún cursito en el extranjero. En este
punto, al parecer no califico ni para un puestito de limpieza doméstica,
mientras no sea evaluado y avalado por estos mentores digitales.
Y estas plataformas de intermediación muy a menudo me sugieren virtualmente acceder a sus servicios V.I.P o premium. ¡Diablos!, no sabía hasta ahora que, se podía disponer de estos excluyentes y segregativos servicios en la red, para ser más visible, hacerme notar y ser inolvidable, a cambio por supuesto, de una modestita pensión semanal o mensual, según se acomode a la amplitud de mis bolsillos.
Pero
dado a que llevo un año sin empleo formal, y mis bolsillos están más anchos y
profundos y no porque, disponga de buenos ahorros, sino porque, cada vez, aun
cuando sé de antemano que no voy a encontrar nada, meto una y otra vez mis
manos a su interior más y más profundo, a ver si acaso haya alguna monedita escondida,
pero lo cierto es que, de tanto escudriñarlos ya se hicieron anchos, desbocados
y profundos.
Da la impresión, que recibirás a cambio de lo que llaman, “mínima inversión” una ayudita extra para que la empresa contratante avance al siguiente nivel de tu postulación al trabajo, si no soñado al menos de disponible en el mercado de colocaciones, y por fin de esta manera, la empresa pueda mirar y examinar tu C.V. Pero no se producirá ello, si no, le agencias los billetitos sugeridos, y proseguirás sin que la empresa se entere que estás disponible, o de que existes. Por lo que, es más que probable, que pase un año más, sin alcanzar el empleo, en tanto y cuanto ignore su tratamiento VIP o premium, como eufemísticamente lo hacen llamar. Pero a mi parecer, me suena a soborno puro y duro, aunque de forma virtual, tal cual.
Tal vez
ya no deberían de llamarse cazatalentos, sino cazatesoros de incautos. De
manera que, no me queda de otra que, recurrir a la manera antigua. Buscar,
algún conocido, un amigo de otro amigo y que este tal vez tenga algún otro
conocido, con una varita* en algún puesto público o privado, para salir del trance
de patear latas**, o ir de puerta en puerta dejando por doquier
mi hoja de vida. O mejor aún, auto generar mi propio empleo.
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*vara. También se puede leer, tener una recomendación. Tener acceso directo al contratante. Y para cualquier caso significa, obtener la prebenda saltando cualquier proceso honesto de selección, y dar por sentado que te adjudican dicho objetivo.
**Patear
latas. También
se lee, estar desempleado
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