Cazar por diversión y acabar con la variada fauna silvestre de la naturaleza es considerada una noble actividad y hasta es llamada, como deporte, sí, muy sofisticado.
Ir por el mundo con tu rifle acabando a diestra y
siniestra, sólo por y para fines de esparcimiento, relax, diversión, con la
vida de seres, que por el hecho de vivir en sus ambientes naturales tuvieron la
insolencia de cruzarse en el camino de estos deportistas batidores, es aceptado. Y a estas
inocentes vidas sólo les espera un sublime final, ser objeto de trofeo. Grandioso, sublime y muy humano estos principios de esparcimiento al aire libre
y en ambientes naturales.
Sí, hay clubes, sociedades del rifle y, una serie
de cofradías que promueven y abogan por tan dignas, humanas y superiores
experiencias, de arrancar la vida a otros seres por deporte, super cool, y genial.
Hasta algunas sociedades consagran en sus leyes,
como derechos inalienables, muy dignos de defender y refrendarlos.
¡Diablos y demonios cazadores!, y si tanto les encanta
esto de la cacería, les sugiero cariñosamente, iniciar ya mismo una actividad
más excitante, - y de hecho sería hasta más justo y equilibrado para ambos
bandos, cazador y presa, ya que ambos estarían en las mismas condiciones-,
la de practicar la caza de seres muy especiales que siempre hay en toda sociedad,
y son llamados por derecho propio como, “plaga humana”.
Y por qué no, empezar a dar caza a toda esa raza
de humanos, que son la escoria de la sociedad, empezando por sus propias casas,
barrios, urbes y ciudades.
Y muy al estilo cazador, sería algo así como
matar hasta tres pájaros con un sólo tiro:
Uno, se continuaría con la sana, noble y aceptada
práctica de este "grandioso deporte".
Dos, se limpiaría y libraría de esta plaga humana
a la sociedad, de hecho, estoy seguro, por ejercer este novísimo deporte ya
seríamos salvos, aquí y en la eternidad. Y
Tres, se dejaría en paz la vida de seres
inocentes silvestres que están en peligro de extinción.
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