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SOY UN SUPER HÉROE

  … Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras  comics  de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc

A PROPÓSITO DE VIRUS Y PARÁSITOS HUMANOS

 

Es extraordinario que, microscópicos entes, pues por definición, los virus se los considera partículas que están entre la vida y la muerte, y precisan de alguna célula para parasitarla y poder vivir y reproducirse, hayan puesto de rodillas a la humanidad entera.

Han resultado exponencialmente deletéreos, su tasa de daño es geométricamente e inversamente proporcional a su insignificante tamaño que ostentan. Atacan sin perjuicios, democráticamente a todos los estratos de la sociedad. Excepto a una singular especie humana. Ya quisieran los autócratas del mundo detentar una mínima parte de este poder, para su beneficio personal…o acaso ya lo tienen.

Hay una copia muy real de estos entes, cuyo formato viene en apariencia humana, y se multiplican como estos virus, son también letales y agresivos que, se han despojado de toda su vestidura humana y se muestran tal cual son, verdaderos parásitos, y que pareciera que su única misión en la vida es medrar, subvertirla, corromperla.

Nada los afecta, conmueve, no hay cielo o infierno que alteren sus vidas, es más, da la impresión que hasta la misma naturaleza los hubiera inmunizado ante cualquier mal, pandemia, u otro oprobio. No lo puedes creer, pues ni un insignificante estornudo se les pega. Hasta el mismísimo karma que te devuelve con creces tus malas acciones, pero en estos seres, son la excepción a la regla y al contrario acrecientan y se fortalecen.

Me imagino que, hasta los virus más mortales les temen, presumo por un tema de asepsia. Tal vez el rey de los virus a su pléyade de virus (itos) dio la bula de que, jamás contaminen a estas criaturas, dado a su alto grado de corrupción e impiedad ya que, al hacerlo, podrían poner en peligro su cadena reproductiva, en consecuencia, su existencia.

Ahora incurro en la cuenta, que la existencia no es justa. Mientras las persona nobles y bien intencionadas se extinguen poco a poco, éstos parásitos prosperan y propagan al igual que los virus, pero a diferencia de éstos, que tras minuciosos y escrupulosos estudios se pueden crear antídotos para mantenerlos a raya, a manera de control. Los otros persisten y subsisten, y cada vez emergen biotipos más resistentes, y no hay vacuna ni antídoto que los asuste. Acaso el mundo en algún momento se poblará de estos seres. Me imagino, si ello ocurre, que sólo quedará recuerdos de una sociedad justa, humana, noble, generosa, honesta que fue rebasada por ésta plaga humana, o quizás ni siquiera estas memorias quedarán.


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