... Ante la evidente imposibilidad de lograr que cualquier texto sobre ciencias duras o blandas y, otras materias relacionadas con la academia formal, llegue a la mayoría de la gente, para que de algún modo todo este conocimiento generado no se pierda en el olvido y cumplan con algún otro objetivo, aparte del muy noble que se los concibió, como apolillarse en los anaqueles de las bibliotecas de las universidades, de los institutos y en fin, de cualquier otra institución académica. Entonces, es hora de repensar en nuevos formatos para dar paso a una eficiente y vasta divulgación. Cualquier documento científico o formal, en general, sigue ciertas pautas básicas y estrictas basado en la formalidad y rigor, en consecuencia, también la redacción y su formato de presentación responde a dichos parámetros. Se trata entonces, de buscar un vehículo más amigable para utilizarlo como contenedor, y este contenedor que recoge el conocimiento, tiene que romper con los viejos esquemas, para o...
Con el tiempo, me he vuelto extremadamente segregador en relación a letras que llegan a mis dominios, recuerdo cuando aún era joven, leía cuanta obra caía en mis manos, y tenía la manía como si se tratará de una bula expresa, de terminar aquello que iniciaba en leer, aun cuando aquel texto era hondamente árido y extremadamente aburrido, me sentía en la obligación congénita de terminarlo de leer, de cabo a rabo. Al final, sólo me quedaba una especie de desahogo, de haber concluido una pequeña escaramuza, con un triunfo pírrico , de haber culminado la insípida lectura. Pero luego, buscaba una lectura que realmente me agradaba, y me sentía redimido de haber escalado esa montaña, pero en el mar. Es así que me perdía en el tiempo y, en los mudos maravilloso de las fabulaciones de aquellos títulos , cuyas letras, que ya desde los primeros párrafos me seducían y encantaban y, los terminaba de leer en una sola noche, de un sólo tirón, hasta cuando los primeros rayos del alba, me reco...