Ir al contenido principal

SOY UN SUPER HÉROE

  … Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras  comics  de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc

Dencansa en paz telefonía fija

 

Me pregunto si en la actualidad, con las innumerables plataformas de comunicación que está a nuestra disposición, todavía existe en los hogares la telefonía fija, y qué sentido tiene poseer éstos, pues ocupa espacio, y conlleva a todo un cableado interno que repercute en la estética de tu casa, bueno sino te importa ello, y pagar por ello, ni modo, tal vez pueda exhibirse como una especie de iconografía vintage, ya que me parece antediluviano todo ello, muy propio de los ochentas y noventas. En aquellos tiempos, estos aparatejos eran todo un hito poseerlos, hasta era considerado un medio de comunicación elitista, pues conseguirlos eran en extremo difíciles.

Cuando era chibolo iba donde un pariente para jugar con ellos, pues me hacía gracia, ya que poseían una especie de pequeña manizuela donde tú lo girabas varias veces, y al otro lado del hilo telefónico te atendía la operadora, y te pedía el número a quien te interconectaría. Luego felizmente se hizo masivo este medio y con ello también cambió la intermediación, ya no había operadora, y podías digitar manualmente el numero con el que pretendías comunicarte, y hasta hubo teléfonos públicos, y los primeros que me viene a la memoria, eran lo que en aquellos tiempos se les llamaba: ¡rines!, pues funcionaban como una especie de tragamonedas de un metal llamado así, a manera de una moneda, por lo que todo el aparato tomaba dicho nombre, ¡rines!

Estas moneditas con los que operaban los teléfonos públicos se volvieron super comerciales, de hecho, eran y funcionaban también como moneda local, a la par o más usado que la estándar, pues podías usarlo en el transporte público, o algunos comercios. Si, recuerdo cuando tomaba un bus de transporte público, podía cancelar con dichos rines. Donde comprabas el pan, lo podías hacer usando éstos, como medio de pago. Funcionaban igual al contante y sonante.

También era muy usual ver por todo sitio, los anuncios de, se alquila teléfono, de esta manera tu línea fija, podías darle un segundo uso y con ello prestar un loable servicio a la comunidad, y en el proceso te ganabas alguito. Se pagaba un determinado monto por el derecho de hablar tres minutos, que era la regla, y aquel que te lo alquilaba, estaba con su reloj en mano, computando el tiempo, y si, zas, si te pasabas de la regla, tenías que cubrir su reembolso respectivo. Hasta que surgieron unos aparatejos que acoplabas al teléfono, y éstos median el tiempo especificado y cortaban la llamada automáticamente, de acuerdo a lo programado. Todo ello se acabó cuando surgieron, recuerdo, los teléfonos públicos tipo monedero, y éstos sí funcionaban con cualquier tipo de moneda real, y se hicieron masivos y allí acabó la prospera industria del recurseo* con línea fija.

El resto es historia, así como hoy es historia, y una verdadera odisea, redescubrir nuevamente algún teléfono público para usarlo, ya no los hay, y los escasos que sobreviven se encuentran lastimosamente vandalizados. Para mí resultaba todo un reto el encontrarlos, por lo que no tuve otra opción que hacer como todo el mundo, comprarme un "celu", y asunto arreglado.

 

*Recurseo: Dícese de ganarse unos cetavillos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

El Olimpo y nuestro cielo

Cualquier parecido con la actualidad es mera casualidad El hogar donde residían las diferentes deidades antiguas era precisamente el olimpo. Y cada uno de estos dioses poseía singularidades características que los definían. De esta manera detentaban ciertos poderes sobre uno o varios elementos de la tierra. Y estas atribuciones, pues como debe ser y corresponde  a su jerarquia teocrática, las ejercian sin bridas ni contemplaciones de acuerdo a sus egoístas antojos , pues estos dioses al igual que los humanos podían, amar, hurtar, tener ira, en fin. En consecuencia, ostentaban las mismas miserias morales humanas, por lo que era muy menudo jugaban con el destino y repartían venganza entre los mortales. También estas divininades apreciaban en sumos grado todo esto de las ofrendas y sacrificios .   Cada uno de ellos, unos más que otros, poseía sus egregios templos erigidos por sus siervos, es decir, por sus fans mortales que anhelaban ser merecedores de la gracia y favor de aquellos. Y

Mi tío Benny* y su fobía legítima a la personalización de los vehículos

    “ Esto de las personalizaciones de los vehículos son cojudeces, necesitamos que el mentecato coche, cumpla cabalmente con su endemoniada función para el cual fue ideado, llevarte de un punto A, al punto B, nada más, el resto a la camisa **”  … Sí eso decía mi tío Benny * Y es lo primero que me viene a la mente, ahora que estoy en una concesionaria, y voy examinando estos modernos vehículos que año tras año nos provee el mercado vehicular, para nuestra completa satisfacción. Al parecer estos criterios que tenía mi tío Benny acerca de la única y original, función que debería satisfacer los vehículos a sus propietarios, al parecer ya no es así, son cosas del pasado, Ahora, la principal función felizmente, aún se mantiene, pero sólo es cuestión de tiempo, para que se decante, y tenga el mismo final en que acabaron los teléfonos personales , hacen de todo y muy poco de su función primigenia. Pero por ahora, estos carros además de trasladarnos, al parecer no es suficiente, debemos y

Intentando encontrar una ciudad propia

  Motivado por mi grado cada vez mayúsculo, y máximo rechazo a como la ciudad se ha transformado en un monstruo irreconocible , donde entre otras cosas, el tránsito de peatones y conductores impenitentes , resulta como un acertijo indescifrable, quizás normado por la supresión de cualquier sentido práctico o común de una convivencia racional, y que sólo es superada por reestrenadas primigenias formas de sobrevivencia, a costa de todo y de todos, en fin.Quisiera dejar de lado todo esto e iniciar una nueva ciudad, o cuando menos un feudo particular y privado, basado en mis particulares estándares de disfrute personal.   E n esta ciudad ideal y autogenerada por mí mismo, no pago impuestos , ni de hecho me los despojarían, ni los buenos ni los malos. No hay jerarquías burocráticas de ninguna letra, ni nivel, como las fácticas de carne y hueso, que tratan de esquilmar mis bolsillos. Puedo segregar a mis vecinos , a los no tan vecinos, así como a mis amigos y enemigos. En esta particu