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SOY UN SUPER HÉROE

  … Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras  comics  de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc

Un mundo misógino

 Ayer, hoy, y  tal vez por siempre ...

Por alguna extraña razón la mujer a través del tiempo ha sido relegada a un plano menor, muy secundario.

De hecho, son las principales religiones del mundo, en cualquiera de sus formas y presentaciones que, han acentuado tal maltrato y a éstas las han proscrito desde tiempos históricos.

Desde el inicio de los tiempos, cuando Adán, sí, el mismísimo tipo que andaba todo el tiempo calato en el Edén, inicialmente tenía como compañera a Lilith, y al parecer no soportaba que su compañera fuese más lista que él. Al parecer Adancito era algo tonto y retrógrado, pues no soportaba la idea de tener un par como compañera, a un ser más inteligente y capaz que él. Le disgustaba que ésta tuviese opiniones propias, y odiaba el hecho que ella no respondiera ser sujeta de esa menor jerarquía que él había estrenado.

Por lo que, este misógino Adán fue con el chisme a su jefe superior, lo que le costó el puestito en el paraíso a aquella primera mujer, fue castigada y relegada al inframundo, sólo por la osadía de reclamar su derecho a ser tratada en forma igualitaria en dicho matrimonio.

Estoy firme que, es aquí donde nace la argolla, la mediocridad del sector estatal, y que hoy en nuestros tiempos, es un símbolo distintivo de estas instituciones, donde a los más capacitados se los sacrifica en nombre de un supremo, noble, y altruista compadrazgo, en fin.

Así que, inmediatamente Lilith es cambiada de puesto por una más complaciente, sin opinión, muy proclive, y más sumisa a su marido, y a la que se la llamo Eva. Al final, vemos como no resultó aquello.

De hecho, los libros Semíticos como Levítico, parecería haber sido escritos por hombres extremadamente misóginos, pues a quién, en su sano juicio se le ocurre grabar como bulas expresas que, las mujeres son especialmente inmundas en el periodo de menstruación. Y posterior a éste, estaban condenadas al desprecio e impedidas de manipular, tocar, o visitar, cualquier cosa o lugar, a menos que, estas hayan pasado por un previo proceso de purificación, y por si fuera aún poco todos estos sagrados requisitos, tendrían que hacer cierto sacrificio y ofrenda según sea las exigencias de alguna deidad. De esta manera, cualquier animalito inocente, y cualquier metalcito precioso como, oro o plata, podrían servir como monedita para pagar una especie de “impuesto al periodo menstrual”.

¡Y diablos! Sí, por esas cosas caprichosa del destino, a alguna mujer hubiese tenido alguna hormona calenturienta, en consecuencia, para apagar tal incendio acudió algún vecino muy solícito, ésta inexorablemente estaba condenada a ser apedreada hasta morir.

Hoy por hoy, si alguna mujer tuvo la suerte de nacer en las tierras donde el Corán hace de las suyas, resultaría en algo así como, vivir en un infierno terrenal, creado, mantenido, y subrogado por hombres, pues las prohibiciones van desde reír, pasando por no tener derecho a educación alguna, y hasta la forma y manera cómo deben de vestir, y como para completar este pastel fálico, la cereza de dicho postre, asigna y da derecho al marido de golpear físicamente a la esposa, pues es algo así como una propiedad privada de éste., amén que estos tipos pueden tener varias esposas a la vez.

Pareciera que Abraham, Jacob, Salomón, David, estos muchachotes sentaron los precedentes épicos sobre la poligamia, y al parecer en pleno siglo 21, hay religiones y lo peor de todo, países enteros que permiten tan juiciosas y ejemplares formas de vida.

Digamos que, para ser más justos, como para equilibrar la balanza, a las mujeres también cuando menos deberían de tener varios maridos, de manera que, así todos felices y contentos pues la vida es demasiado corta para reñir por un marido de más, o una mujer de menos, en fin.

Vivimos en un mundo misógino, de hecho, hasta las mismas mujeres son extremadamente machistas, pues quien no recuerda a sus abuelas, a madres, tías, vecinas, en fin, todas ellas expertas en capacitar y adiestrar a niñas y niños en el fino arte de la sumisión y obediencia, o la bravuconería, según sea el caso. Cuando la idea es, valorarse y tratarse como congéneres, pues el camino de la vida tiene dos vías, derecho y respeto.

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