Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e
Y ECO AMIGABLES Casi caigo de espaldas con su correspondiente PLOP* y REPLOP*, cuando escucho los comentarios y recomendaciones de un vocero policial, en relación al incremento de la delincuencia en la ciudad. Pero después de re-buscar y re-analizar volver a re-interpretar las sugerencias de este representante de la ley y el orden, pues, tiene toda la razón. Esto de cargar los móviles todo el tiempo con nosotros, del alba al anochecer, día tras día, noche tras noche, sí, también están allí acompañándonos y velando nuestro sueño. Todo ello está muy mal. De manera que, no es culpa de los señores rufianes que se les provoque cierto bocadillo cuando de súbito se topan con nosotros. Allí está el pastelito, como en bandeja de buffet listo para que se pueda servir lo que se apetezca: Móvil, desde uno chiuan** hasta otro más genial nos son despreciados. Cierto relojito casual o formal, es excelente, y por qué no una cadenita o pulserita cuanto más dorada mejor. Las zapatillitas, aquellas m