...
Caín era un agricultor, en cambio, Abel, pues, era un pastor y ambos tenían el mismo tipo de dioses. Como era costumbre en todas las épocas y en todas las culturas de cualquier tipo de civilización: antigua, moderna y presumo aquellas que vendrán, a sus dioses particulares les agrada esto de las ofrendas.
Al tener la
profesión de horticultor, u obrero agrícola, en consecuencia, opta por realizar
la ofrenda con aquello que produce y cultiva, entonces, para rendir el tributo
respectivo [supongo] acopió algunas yerbitas y otros vegetales para su
respectivo holocausto. En cambio, Abel al ser pastor, disponía de ciertos corderitos,
y no lo dudó y, eligió una ovejita gordita de su rebaño, y cariñosamente y
sobre todo humanamente, la degolló para ofrecer su propio holocausto.
La verdad no alcanzo
a comprender cómo funciona este sistema de las ofrendas antiguas o
contemporáneas, y el por qué, los dioses creadores de todo y que a su vez lo
pueden todo, y tienen todo, pues, exigen a sus fans y seguidores, sacrificios, holocaustos,
como una especie de impuesto, que todos sus siervos deben pagar, para
satisfacer una especie de regocijo personal y algo egoísta, Dicha tasa
impositiva, se debe pagar con sangre, que en el mejor o peor de los casos, pues
los animalitos sirven como monedita de pago, para cumplir con tan celestial propósito.
Por lo que la
ofrenda del “justo" Abel es muy bien recibida, en cambio, la ofrenda "vegana" pagada por Caín es muy mal vista. Así que una cosa llevó a la otra y, a
Caincito se le ocurrió la peregrina idea de degollar a su propio hermano, no lo
tengo muy en claro si en represalia, o como sacrificio y holocausto como para
emparejar las cosas, pero al parecer, las cosas no resultaron como las pensó y,
bueno, el resto es historia.
El hecho es que,
esto del veganismo nunca ha estado de moda, ni por los dioses, ni seguidores, pese
a ser socialmente y ambientalmente saludables, al menos, para nuestros ecosistemas contemporáneos, en fin.
Comentarios