Nuestras rutinarias, caóticas y desordenadas vidas, y el ajetreo sin pausa ha devenido en un estrés que se acumula diariamente y se hace crónico y es tal, que ya mas parece escuatro, o escinco, lo que obliga a echar mano de cualquier método para ayudar a cesar la crisis.
Un método muy utilizado es de
acudir a famosos gurús, y aún más con la ayudita extra
terrenal que prometen, la vida más plena y feliz esta super garantizada.
En el país del norte es todo un
furor, y por el hecho de tener un origen más o menos hollywoodense, resulta muy
cool, y muy de moda. Es como ir donde tu
terapeuta, pero a diferencia de estos, aquellos cuentan con ayudita sobre
humana, pues al parecer son depositarios de algún tipo de información que les
suministra algún aliado de una dimensión lejana o cercana, para nuestro júbilo y
regocijo terrenal y espiritual.
¡Ah! Pero el origen de dicho maestro incuestionablemente
tiene que ser Indu, pues da una especie de certificado de garantía para llevar a
cabo su praxis, lo que no genera, los de cualquiera otra etnia. Es como salir
de una universidad de elite, te da estatus y prestigio.
La tarea extenuante -según propia
confesión de estos maestros- del invocar
nobles espíritus y estos acudan prestos al llamado, dejando de hacer lo que
hayan estado haciendo en su dimensión donde habitan, para prestar sus valorados
servicios al alma terrenal solicitante, es muy loable. Me pregunto cuál es la
contraprestación que se les provee a estos seres, entes, almas o como quiera
que se les llame por la ayuda recibida, presumo, es ad honorem, pues no creo
que facilitador les reditué algún centavo, no hay manera al menos yo no la conozco,
cómo girarles algún dinerillo y, segundo, porque allí donde están presumo el vil
metal ya no es un bien intercambiable, ello haría a sus demandas económicas algo así como extemporáneas, si es que alguna de aquellas almas se le ocurra alegar dicha cláusula. Descartado
el móvil económico nos centraremos en el altruismo per sé o el condicionado,
descartado el primero, supondría en el segundo caso, la necesidad del espíritu de
hacer alguna buena obra para seguir en el camino de su redención por lo que,
habría un tufillo egoísta de querer obrar bien a cambio de alguna indulgencia
celestial. Por lo que si aplicamos una simple matemática eliminado el factor monetario
tanto en el numerador como en denominador ambos se excluyen, en consecuencia, la prestación
del servicio debería ser completamente gratuito. Hecho que no corresponde con
la realidad porque estos gurús de occidente, bueno viven en occidente, te
cobran una pequeña fortuna por una sesión, facturan cual estrella de Hollywood. Y para este caso no hay promesa del más allá o
del más acá que valga tanto como el contante y sonante y muy terrenal vil metal,
porque en cuestiones financieras ni una rebajita está contemplada.
Me pregunto, si estos maestros que
viven en California, donde los han puesto de moda, invocan a las almas del cielo
americano a los del cielo Indi, creo debería ser la de estos últimos, sería lo más
justo ya que su sapiencia es ancestral sino milenaria, a diferencias de los
residentes del cielo gringo cuya cultura es más nueva por lo que, el
performance no sea el esperado. Son como así decirlo almas que ostentan un MSc o PhD., comparado con otras
que resulta ser noveles principiantes.
Y ahora en pandemia me pregunto, si allá arriba, exigirán algún visado especial a estas almas caritativas que viajan por los diferentes
cielos donde se las necesita, o san Pedrito dejara las puertas
abiertas de "par en par" para que el comercio global del cielo se desarrolle sin impedimentos. De lo contrario se les privaría
de escuchar los llamados extranjeros por lo que, solo nos contentaríamos con las almas
domésticas, presumo en consecuencia más empíricas, de allí sospecho el poco
despegue de las carreras de los chamanes locales, que se han quedado en la pre historia
en cuanto a relaciones públicas, gestión de páginas webs, y un par de etcéteras
más.
¡Diablos!, nunca han estado más de moda estas biblias de superación personal como ahora y son unos best sellers. Son la envidia de autores de renombre con nobel en la espalda y no venden ni michí*. Bueno en realidad, sólo en mi país, pues no se lee nada, ni condorito, con las justas alguna gacetilla de chismes, y tal vez ni aquello. Por lo que ser un lector es una cosa muy rara, no leen ni el texto de sus móviles, son más gráficos y los textos largos presumo les da jaqueca. La lectura resulta ser una cualidad esquiva. En consecuencia mis hijas han creado un magnifico eslogan para este humilde espacio "el blog que nadie lee ni a nadie le importa". En fin.
Estos gurús se pasean por todo el mundo dando conferencias y son tratados mismos rock star, y diablos la gente piensa que los consejos recibidos son una especie de pass fast a la felicidad, o la receta que siempre estaban buscando pero que siempre estuvo allí frente a sus ojos, pero no la vieron y hoy gracias a sus mágicas palabras, develaron el manto que cubría su tercer ojo ya son mejores personas. Y van de los más lite hasta los más profundo y esotéricos. Al final todos quieren lo mismo, revelarme todos los arcanos existentes o por existir, elevar mi espíritu, ascender y trascender a un nivel superior de conciencia. Buscan mi despertar espiritual, y hasta suena cool, sobre todo para las comidillas de las tías que van por allí, presumiendo con sus amigas acerca de "despertar sus chacras dormidos", en fin.
Pero todas estas diatribas de alguna manera buscan mi "resiliencia", diablos no sé qué significa dicha palabreja, pero suena genial por lo que, es infaltable en cualquier Rp* de estos libros.
Hemos pasado por los gurús, que con sus espíritus sanadores han subsanado nuestra falta de amor. Hemos leído de "cabo a rabo", de "A a la Z", todas las autoayudas para trascender. Es tiempo para "ralentizar"- otra genial palabrita infaltable en el vocabulario de la trascendencia- en mi metabolismo, todos los lípidos, carbohidratos, grasas saturados extra saturados, es decir, todos los octógonos prohibidos, y todas las figuras geométricas por inventarse que aluden mi ingesta de chancho al palo, papas fritas y otras de la misma calaña, por la dieta estricta de la lechuga. De todas las sodas de mil colores que bebo por la insípida agüita de no sé qué raíz, tallo hoja flor o inflorescencia de alguna planta que ignoraba existía y, todos los tacos, enchiladas, tamales y cualquier fritanga que al paso que me inoculo, por los suplementos vitamínicos, todos de origen conocido o por conocer y que prometen arreglar cualquier dolencia inocua hasta las más graves e incurables.
Entonces el ciclo está cerrado y la transformación espiritual y corporal completada. Ahora seremos seres de luz en la tierra, sublimes almas que finalmente encontramos el paraíso, en este valle de lágrimas.
¡AMÉN HERMANOS!
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* Receta
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