Esto de estar en la nube, inocentemente creía,
que estaba conectado a la colonización del espacio por el hombre, me dije, como
la luna anda un poco lejos y los planetas lo están aún más, a alguien se le ocurrió
la sobresaliente idea de colonizar estas creaciones etéreas, dada su proximidad
a la tierra de manera que, como el hombre coloniza todo lo que se pueda
colonizar así que, por qué no, ni modo, a vivir en la nube. De hecho, ya me
resultaba conocida la frase de, ¡estar en la luna!, pero se refería en específico,
a la forma de galardonar a la persona bajo esta categorización, dado a su condición
de distraída, o de su poca preparación.
Ah, pero esto de la nubes, nubarrones y nieblitas
me parecía totalmente exótico e intrigante, así que me dispuse a investigar un
poco acerca de ello.
Y baya la sorpresa, nada de lo que me había imaginado
era cierto, pues no había tal colonización sólo estaba relacionado con el procesamiento
y almacenamiento de datos.
También imaginé que posiblemente hayan
desarrollado una forma ingeniosa, que nuestras nubes puedan ser usadas como depósitos
aeronáuticos de dicha información. Diablos, me dije, deberían acaso darles algún
premiecito por ello, ahora éstas, ya no sólo serán un almacén de nuestras
lluvias, sino que también seremos bendecidos, porque todos los códigos binarios
que producimos, hayan encontrado allí, un buen lugar para su anidamiento. De allí
que, de un tiempo a esta parte, se ha puesto de moda esto de estar en la nube, y
todos ambicionan estar en ella.
Pero dicha factoría celestial nunca hubo tal, al parecer tengo demasiada imaginación, pues sólo se trata de servidores que disponen las diferentes empresas del rubro, aquí en el suelo. Aunque, de hecho, ya existen servidores sumergidos en nuestros océanos, dentro de burbujas especiales llenas de nitrógeno, pues al parecer, el oxígeno causa detrimento en estos aparatos. Y se ubican justo allí, para aprovechar las corrientes frías marinas para su refrigeración, pues cada servidor actúa como un condenado caldero, que emana una gran magnitud de calor.
De esta manera, en un futuro próximo estoy seguro, y
dado a que nuestros peces son displicentes a la internet y redes sociales, al
menos los tendremos ya precocidos para nuestro a alimento.
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