¡Diablos y demonios criminales! Esto de regalar o comprar alguna florecita se está convirtiendo en algo así como un crimen ecológico. Pues arrancarlas de su propio hábitat para llevarlas a nuestros particulares ambientes, con el noble objetivo de agradar a algunos de nuestros sentidos, está resultando como una acción despreciable y egoísta.
A toda esta particular especie vegetal, las usamos y sobre usamos a diario en todas nuestras actividades, por lo que, del nacimiento a la tumba, siempre estaremos prestos a que estas nos acompañen en todas ellas.
Hasta hay una especie de lenguaje florístico, cuyo conocimiento e interpretación de sus normas y reglas para su porte y uso, convendría ir aprendiendo.
Dicho esto, para conquistar a una dama, lo ideal es regalar una única flor en cada cita que mantengas con ella. Sí, y la flor tiene que ser necesariamente rosa y no solo por la especie específica, sino también tiene que cumplir con el mismo tono y gradación de color de esa paleta, rosado. Bueno esa técnica la descubrí y la fui puliendo en el proceso cuando andaba enamorando a la que se convertiría en mi compañera de vida. De manera que, soy el culpable de haber desarrollado y limado esa técnica, del mismo modo que me declaro culpable, en términos ecológicos de algo así como, un genocida de las flores en específico de las rosas. ¡Diablos! quizás soy una especie de “nazi rosistico” * por haber exterminado a una gran cantidad de esta especie, pues mientras duraba mi flirteo, a cada cita acudía con una de ellas en mano. Felizmente esta florecita, nunca ha estado en peligro de extinción, de lo contrario mi conciencia ecológica, se hubiera consumido en el fuego eterno del desprecio sostenible y eco amigable.
Celebramos los nacimientos con flores, los cumpleaños, aniversarios, ciertas festividades están llenas de estas, las usamos muy a menudo durante el colegio, y al terminar este, en fin, pasamos a regocijarnos con ellas en los matrimonios y hasta en los divorcios.
¡Diablos y demonios creacionales! están presentes a diario, adornando ciertos floreritos en los templos de tirios y troyanos, digamos que nuestro creador y también autor intelectual de esta especie florística, creo que no debe de estar muy contento con esto de arrancarlas, para llevarlas a morir, a su casa.
Y ahora que hablamos de muertos, no hay muertito sea este fresco o antiguo, que también quiera quedar fuera del círculo, y de alguna manera, también demandan estar relacionado con algún género florístico. Pero viéndolo en perspectiva, no tiene mucho sentido todo esto, y de hecho, tal vez seríamos más justos con la naturaleza, y hasta con nuestros difuntos, pues no creo que estos tengan algún inconveniente, si las florecitas que usamos para conmemorarlos, serían reemplazadas por “imitaciones chinitas”, en vez de las de verdad, total donde estén, no creo que puedan apreciar la diferencia entre una o la otra.
Y examinando todo esto en retrospectiva, también lo más cuerdo y razonablemente ecológico, si pudiera volver el tiempo atrás, lo más sano y saludable, al menos en estos términos de sostenibilidad, hubiera sido genial haber usado mis buenas cualidades para la pintura y el dibujo, y en vez de regalar a mi chica, una verdadera rosita, le habría regalado un papelito con un dibujito de aquella, pero dado a que tal vez con este método también hubiese promovido la deforestación, por la gran demanda de papel, la única alternativa que hubiese quedado, es haberle regalado un ramito o un manojito de, “maleza” o “mala yerba”, en cada cita pactada, lo único de malo de todo esto es que, quizás ahora estaría soltero, pero con una conciencia ecológica sosegada, o a lo mejor no, pues creo que las malecitas también tienen los mismos derechos que las florecitas.
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*Nazi rosistico, nueva clasificación taxonómica para designar al individuo que arrasa con la naturaleza, o con algún género vegetal, o especie, en fin, con un único objetivo, "el flirteo".
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