¡Un overhauling milagroso en mi radio vintage!
Digamos que soy un real caserito poco frecuente de la radio tradicional, por lo cansino que resulta su omnipresente música pasada de moda, y más aún, por las profusas super aburridas pautas publicitarias, por lo que, trato de buscar nuevas opciones en el menú que provee el dial de mi “radito vintage”, y mientras voy buscando manualmente el sitio adecuado, trato de obviar los dominios de los noticiarios, pues, al igual que la "tv doméstica", ya parecen más un anuario de páginas policiales que medios informativos. No me estaciono, en el dial de música urbana, porque si bien algunos hits de moda son en extremo pegajosos, pero no tanto como para tolerar una serie igualita del mismo ritmo y cadencia, y que al parecer sólo tienen un uniforme y único acorde para todo este género musical, lo único que cambia [de vez en cuando] es alguna que otra letra, o quizás no, la verdad, no me he puesto a descifrar la “lyrics” de ellas, porque los presentadores de estos programas, gritan y re-gritan, sí, literalmente, no hablan como una persona normal, solo gritan cual almas endemoniadas, como si estuvieran en algún mercado popular y donde hay una real competencia por quién grita más alto y más fuerte, más nada.
Es así que tras esta research caí por cierto dominio de cierta estación radial, lo que me llamó la atención [de arranque] es que no hay pautas publicitarias, lo que me parece genial. Creo que ubique el “dial ideal” [¡Ah! Vieron la genial conjugación] y parece ser aquella que siempre estaba buscando, y que por fin, la encontré. Otro elemento que me llama la atención de este sitio, es que se trata de un programa donde se realiza al momento o propiamente "in situ," una especie de "milagros exprés," es decir “al paso”. Sí, está super genial, y sigo prestando toda mi atención.
Alcanzo
a escuchar a un maestro o pastor, o algo así y, por el tono de su voz deduzco
que es brasileño o portugués, ya que su típico tono y acento es característico
de esas regiones. Ha invitado a cierta persona, para que lo acompañe en el proscenio, ya que va proceder a ejecutar una especie de rito de curación o sanación.
Pronuncia y repite ciertas palabras una y otra vez como una especie de mantra, no logro descifrar su significado, pero lo que sí entiendo es la perfecta conjugación gramatical que acompaña a esas palabrejas, pues pide al supremo dios que acuda ya mismo, a su llamado. Y sí, en efecto, su buen y generoso dios acude en respuesta a esas diatribas. ¡Diablos geniales! Tal vez y, debería de anotar estas palabritas, digo, nunca está demás, pues uno nunca sabe esto de los males y enfermedades y, quizás cuando sea el caso, me saquen de tal lance, en fin. Bueno, luego de haber recibido la gracia, Anuncia a voz en cuello; “hermana, por la gracia de nuestro supremo dios has sido liberada de todos tus males”, y luego de ello, y pues como corresponde y, para que no quepa duda de tal proeza, por sí haya alguna alma incrédula en auditorio, y sobre todo, para disipar cualquier incredulidad de algún radiooyente y dejar atrás alguna actitud vacilante y dubitativa, pues, invita a aquella persona sobre la cual derramó su bendición, para que mediante su testimonio despeje aquellas sombras.
La
susodicha indica que, ningún galeno ha podido curar sus males, ha probado
infinidad de tratamientos. Afirma, ninguno de ellos ha resultado positivo, pero
ahora sintió algo así como, un tirón y, ya, está sana y curada. Ella sigue
diciendo, mis enfermedades, los triglicéridos han desaparecido. Mi dolor en el riñón
se ha curado. y también indica, un par más
de males, que ya no recuerdo de qué tipo eran, todos ellos se fueron. Al parecer, esta como
recién salida de fábrica. Nuevecita.
A
continuación, este genial, y sobre todo divino pastor, invita a otra persona más,
y por supuesto, después de otro breve ritual, una persona más está flamante y
radiante, sin rastro alguno de sus antiguos padecimientos.
¡Pucha!
esto esta super cool, sabía que los milagros son eventos extraordinarios, de
hecho, nuestro redentor da inicio a tales gracias [eso creo] y, por supuesto, se afirma que en tres años que duró su ministerio, realizó 33 milagros [algo así como, uno por cada año de vida], Pero, ¡diablos y demonios
curativos!, aquí y en menos de una hora, son varias las personas sanas,
y hasta quizás salvas.
Tal vez debería de anotar su face, o Instagram, pues como también corresponde a todo ser humano de este siglo digital, estos elementos sociales son primordiales. Y digo, acaso mejor anotar su correíto, como para obtener una sesión privada y exclusiva, pues como uno, que ya está entrado en años, pues nunca está de más hacerse un overhauling milagroso, en fin.
Comentarios