"Amarás a tu prójimo como a ti mismo..."
Quizás sea una de las citas bíblicas más populares, la que describe y escribe Mateo 22, 34-40: “Amarás A Tu Prójimo Como A Ti Mismo”. Yo, humilde habitante de estas tierras, a través de este medio [sin duda de una reputación muy dudosa] le respondo a Mateito:
- Cómo no amar a ese prójimo hijo de… buen vecino... que cuando está al volante de su vehículo [cualquiera que tenga ruedas] se atraviesa en cualquier sitio y lugar, en cualquier cruce peatonal, y van dribleando a derecha a izquierda de súbito, sin miramientos ni avisos previos a sus pares o a cualquier otro ser. Y todo esto con el altruista propósito para que nosotros cristianos de a pie, desarrollemos nuestro sexto, o noveno sentido y, nos mantengamos como debe ser: ¡alertas y atentos!
- Sí, no hay forma ni manera de dejar de amar al burócrata, al gerente, subgerente, al director y, toda esa genial gentita linda, de cualquier ente estatal y o privado que, dignamente se autodenominan, de la “altísima dirección” o algo así, y por su puesto como debe ser, se hallan enfrascados en atender concienzudamente, sus propios intereses. Entre tanto yo, irresponsable y escasamente empático morador de este Reyno*, que no valora ni pondera su esforzado, eficaz y buen trabajo, pues proseguiré un año más sin un techo propio, sin agua, sin luz eléctrica, sin pistas ni veredas o algo medianamente que se le parezca.
- Menos aún puedo dejar de amar, a ese sujeto desconocido, honorable y honrado poblador, que se rompe el lomo día con día, tratando de llevarse rapidito mi carterita, mi "celu", mi relojito y, pues como incumbe a todo buen cristiano, no discrimina, género, edad, ni origen étnico, mientras se esmera en hacer su "trabajito", por lo que podría decirse que es un auténtico demócrata a carta cabal. Y ojalá, si pudiera alcanzarlo mientras aprisa se aleja, para decirle que está invitado cordialmente a casa, para que de ella se lleve otro "biencito u objetito", y prometo pagar el acarreo de aquello que se le antoje. Total, como también dice otro dicho, “son amigos ... de lo ajeno”, de modo que, si a los enemigos hay que darle el otro cachete o mejilla, pues a los amigos, la cabeza, orejas y pelos, total, al fin y al cabo, son amigos de lo ajeno, pero amigos al fin.
- Y Por supuesto, cómo no amarme a mí mismo, enjundioso ciudadano ejemplar, que respeta y acata todas las ordenanzas, leyes, preceptos, versículos, mandatos de la vecindad, de la ciudad y ni qué decir del país. En consecuencia, solo por citar una de mis inenarrables cualidades, pues, saco a pasear a mi mascotita y, mientras mi pet hace sus "puficosas" donde sea y como sea, yo, también como corresponde, hago lo mío cuando la necesidad llama, en cualquier lugar. De hecho, como habitante experto en exigir derechos, que se salta soberanamente los deberes, arrojo cualquier basura a la vía pública, total es pública... mejor ya no te sigo contando sobre el respeto a mí hogar o familia, por lo que lo dejo allí.
Desearía hacer un inventario pormenorizado y taxativo de todas las criaturitas que amo en este Reyno, pero como dice otro dicho, [y dale con los dichos] “Un botón basta de muestra”, en consecuencia, Mateito te digo, ya no sé qué hacer, con tanto amor que tengo que ya no cabe en el pecho.
---
*Reyno. Para este caso interprétese como
país.
Comentarios