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SOY UN SUPER HÉROE

  … Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras  comics  de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc

Ha pasado medio año ya de fiestas, tal vez debería de empezar arriar la bandera, o retirar mi arbolito navideño

Ahora que reparo con cierta atención en la fachada de mi casa, me pregunto si acaso, tal vez es tiempo de retirar el símbolo patrio, que ubiqué en la fachada de ella, en Julio pasado. Ya ha corrido casi medio año de aquello, el cumple año patrio, por lo que creo que ya es tiempo de arriar banderas.

Y es que, por alguna extraña razón, tenemos la inclinación de dejarlas allí, donde las colocamos, y nos olvidamos de ellas. No obstante, día tras día vemos, como diaria y despiadadamente se decolora, pierde su gallardía, se llena de smog y polvo, que esta caótica ciudad es muy prodiga en ellas.

De hecho, hay toda una parafernalia de artículos u objetos que nos acompañan diariamente en nuestro hogar, amén de los usuales. Es muy frecuente está costumbre y se extiende hasta en las calles de la ciudad. Cuando recurrimos a tales para realzar y repujar nuestras moradas, vías, vecindarios, conmemorando algunas fechas calendarías solemnes. Tal es el caso de adornos de navidad, fiestas patrias, y hasta de pascuas de resurrección. Aun cuando ya han coronado, y de más, el ciclo de existencia útil para lo cual se los instaló allí, donde se requería, permanecen, no tan incólumes como al inicio, pero allí reposan como implorando un S.O.S para su retiro.

Acaso imaginamos que por obra del espíritu santo éstas se mantendrán incólumes, o tal vez ellas mismas se auto recojan y se devuelvan a sus lugares de reposo, hasta la próxima fecha que se solicitará de sus nobles servicios.

Veo a mi banderita que ya no flamea como el primer día que la puse allí, y es que, ya se mantiene sujeta como de un solo brazo, y éste pareciera que está sumamente exhausto de mantenerla aún en lo alto, y aunque el viento intransigente impulsa una y otra vez, como tratando de arrancarla de su mástil, aún se afianza a una última esperanza que le otorga unas endebles fibras que las sujetan. Ya luce agotada, ¡diablos!, esto no es muy patriótico que digamos, por lo que atino a su digno retiro.

De hecho, cuando estoy presto a realizar dicha tarea, pienso, que como está cerca el próximo Julio, quizás solo debería darle una sacudidita y remendarla, y dejarla allí, ya lista para el próximo 28, pero creo que no es legal hacer aquello, y representaría también mi chauvinismo muy echado a menos.

Yo mismo, debería de auto multarme, ya que la autoridad no lo hace, por conservar este símbolo en desamparo, y dejado a su suerte. Y ahora como penitencia autoinfligida, debería de ir de casa en casa, y recoger todas las banderas que aún, como la mía, subsisten casi desfallecidas en todos y cada uno de los bloques donde vivo, y por qué no, de todo el vecindario, y tal vez mirar al interior de las casas, si acaso, hay algún arbolito de navidad que permanece allí, desde las pascuas pasadas, esperando mi pío servicio.

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