Apuesto a que no sabías que las malezitas y todas aquellas hierbitas que, el dominio popular las cataloga como, malas, inoportunas, dañinas, perjudiciales, feas, y otros adjetivos despectivos, en realidad, cumplen tareas muy loables, más de lo que has imaginado, pues estas actúan como pequeñas y eficientes fábricas de moléculas de oxígeno puro y duro, que diariamente vierten al ambiente, amén de mantener bajo sus hombros a toda la red de polinizadores naturales, evitando que nuestra existencia se extinga …
Bueno, esto mismo le
comento a mi mujer cuando me encarga que, me ponga en modo jardinero y, haga maravillas
en el jardín interior de nuestra casa que está lleno de ellas.
Me gusta ver en estas
hierbas más que un estorbo, unas calladas y eficientes aliadas nuestras. De
hecho, todas las hierbas de este grandioso reino vegetal son las responsables
de haber equilibrado el medio ambiente con elementos indispensables para que
nuestra existencia prospere. En especial estas “hierbitas malas”, “malas yerbas”,
malezitas, cumple esta función tan o más que cualquier otra planta ornamental.
Soy partidario que
cualquier tipo de hierbitas que las encontremos en nuestros jardines y campos,
pues no se las debería erradicar, aduciendo cualquier pretexto, ya que nos
priva de elementos como oxígeno (O2) y, atrapa las otras sustancias que generosamente
vertemos cada uno de nosotros a nuestro ambiente como el CO2.
No son exigentes y demandantes
como otro tipo de plantas. Pues prosperan de manera natural, sin el menor
cuidado, sin demandar ingentes cantidades de nutrientes y agua, que en el caso de otras plantas
de campo o salón vienen a actuar como pródigas bombas que consumen la poca agua que
disponemos. Hasta se desarrollan en las áreas donde las otras se niegan a
crecer. En consecuencia, son uno de los factores responsables para que la humanidad aún sobreviva, pues son un soporte natural para muchos organismos benéficos, entre ellos los polinizadores como las abejitas. Sin embargo, gracias al monocultivo, al uso indiscriminado de pesticidas y, otras
genialidades humanas, pues están acabando con las pocas colonias que quedan de
estas y [por cierto] hay estudios que indican que, una vez desaparecidas las
abejitas, la humanidad tendría alimento sólo para cuatro (4) años, ni un día más.
De manera que [y de
hecho] estoy seguro que mi mujer sabrá estimar el ramito de malezas que le haré llegar como símbolo de gratitud hacia esta especie postergada. Pero creo que no
vería con buenos ojos esto de tener un bonito jarrón como centro de mesa, lleno
de malezitas. En fin.
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