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SOY UN SUPER HÉROE

  … Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras  comics  de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc

TIMADO INMORTAL

 

No sé, por alguna extraña razón cuando se trata de acudir a un zapatero para alguna compostura de mis favoritos zapatos, o necesito arreglar algún estropicio ocurrido en alguna instalación del baño de mi casa, cuando voy donde el carpintero para un doméstico  trabajito, o al mecánico para que eche una mirada a mi viejo vehículo, como un eterno, continuo y perpetuo karma, en particular para estos nobles oficios, indefectiblemente salgo maltrecho y herido, por los resultados que se producirán al final de ellos. Es como si me la tuviesen jurada y super prometida y se esmeran en hacerme la existencia más difícil y dura, pues jamás habrá plazos que nunca celarán, trabajos que al menos un tiempito perdure y, sobre todo, al mirar la cuenta final, indefectiblemente será un asalto sin mano armada, pero con mi consentimiento, y sí, sin mi aprobación.

Yo ingenuamente imputaba estos hechos, a cierto tipo de ADN, e imaginaba que quizás estos albergaban o llevaban escrito una especie de RNA mensajero, defectuoso, por lo que su escasa honestidad, la falta de palabra, las promesas esponjosas, la insuficiente ética del trabajo, hacían de estos nobles oficios un frecuente denominador, y los revelan como, los reyes de la sisa*...

¡Diablos! para tomar el trabajo son los primeros en pintarte pajaritos en el aire**. Te juran y rejuran que sus nobles manos harán el milagro de solucionar aquello por lo cual caíste por sus dominios, claro no sin antes de haberte sacado ya un pequeñito adelanto, como el del 60 o 70 %, como para comprar alguno que otro elemento o material que le será de inmediata e impostergable adquisición, y sin los cuales, no pueden iniciar la obra milagrosa.

Hechas mano a tus menguadas alcancías, para cubrir el gasto no contemplado o fortuito e incidental, pues estos problemas nunca avisan, bueno en realidad, no te envían pre aviso, si no que te van susurrando de que algo anda mal, y tu neciamente vas postergando la tarea y cuando al final te das por enterado, ya es "too late".

Con la ilusión que en verdad cumplan su sincero, franco y honesto palabreo** que te lanzaron, al inicio para congraciarte contigo, es necesario pasar por un templo, alguna capillita o cuando menos una ermita*** para encomendarte al dios de los buenos arreglos o al santo de las buenas composturas, para que, con su infinita bondad derrame su gracia y alumbre e inspire al aludido “maestro”. Y ese elemento, objeto, artículo, o cualquier "biencito" motivo de tus súplicas, cuando menos -en el caso de tú carrito- siga rodando y acabe mejor de lo que entró al tallercito de las buenas composturas. O aquella puertita u otro elemento o dispositivo de tu bañito, funcione para lo cual fue ideado, despues de haber sido enmendados y remendados. Pero al final, es solo eso una ilusión de sensatez.

¡Demonios! al instante que te entregan el “trabajito”, está de lo más perfecto, es como si los dioses hubiesen escuchado tus jaculatorias, pero luego de pasado un día, creo hasta el azar, se une a la conspiración para timarte, y es que sólo al siguiente día, empieza los inconvenientes. Y si tienes la suerte de volverlos a encontrar, y le haces ver el problema, imputarán siempre a un nuevo problema no detectado que pasó inadvertido, por lo que este nuevo óbice, no estaba sujeto a la garantía, pero de qué garantía hablo, si no te dan ninguna garantía de nada, ahora aducen a otros factores cuya solución será una ida más a tu vacía alcancía.

... ¡Diablos! en realidad el problema no era cuestión de genes en aquellos, el problema soy yo. Es como si yo fuera un imán, o atrajera a este tipo de conflictos a mi vida, una y otra vez. Preminentemente sé que voy a salir siempre mal parado. Tarde o temprano siempre habrá un trabajito por arreglar y yo estaré esperando ser nuevamente esquilmado.

 

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* Sisa, para este caso, engaño.

** "Pajaritos en el aire" "Palabreo", para este caso, promesas , promesas y más promesas.

*** Ermita, para este caso, templo, iglesia, capilla, en fin.

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