Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e
Y yo que quería comerme un chocolatito, tomarme un vasito con leche, o cuando al menos, disfrutar de una tacita con un humilde tecito, pero después de leer que todos estos productos, al menos unos más que otros, pero todos sin excepción, son eficaces bombas de agua y que consumen la poca agua dulce que disponemos para nuestro uso, en su elaboración y/o producción, me da cierto grado de remordimiento, por lo que pienso que, ese formidable pan con palta ,que imaginaba deleitarme en mi lonche*** vespertino, o aquellas suculentas manzanas y plátanos que ya las tenía en la mira, hace un buen rato, tendrán que ingresar a una especie de, stand by permanente, pues al parecer se trata de algo así como: “ deleitarme con estas delicias ahora y morir de sed mañana ”. ¡Diablos y demonios climáticos!, al parecer, hay demasiadas huellas que dejo y no precisamente porque este con sobrepeso, sino que todo lo que, como, visto y hago, de alguna manera o de otra, altera y tiene un efecto nocivo en el