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Mostrando las entradas de diciembre, 2022

Jaquearon mi internet

  Quedarse sin red es lo peor que podría pasar en casa, todos salen despavoridos de sus rincones a ver qué es lo que ha pasado. Y es que la señal de la red en casa, últimamente se está volviendo más y más inestable. De manera que, mi mujer encargada de todos los procedimientos legales de filiación con la empresa proveedora del servicio, en consecuencia, es la delegada de activar y gestionar los protocolos de emergencia burocráticos, que haga posible de manera inmediata y efectiva que nuestra red vuelva a la vida, y que nuestras vidas no sucumban ante el caos. Recuerdo, hace algunos lustros atrás, cuando la red estaba en sus inicios, los sistemas de seguridad eran prácticamente inexistentes por lo que durante mucho tiempo accedimos en casa, a la red de una empresa vecina colindante, de manera que, usufructuábamos de este servicio gratis en toda la casa, sin pagar un chelín. Pero los años pasan y todo cambia, ahora hay ciertos códigos o claves encriptadas que hacen que tu red sea e

Inflación depresiva

  Desde que tengo uso de razón económica , es decir, desde que me gano los frejoles con el sudor de mi frente, esto de l a inflación y deflación ha pasado de ser un tema irrelevante a formar parte del syllabus obligatorio de toda persona adulta más o menos responsable con sus finanzas tiene que seguir. Cuando eras un crio y aún usufructuabas del hogar materno , esto de las inflexiones, contracciones y otros conceptos económicos eran completamente irrelevantes y estaban fuera de tu radar. No había manera que ello te quite el sueño, ni nada que desaliente tu voraz apetito . Resulta que lo único estable y permanente en nuestra sociedad es el tambaleo y la frecuente inestabilidad de la hacienda pública . Por lo que siempre presto atención a todos y cada uno de los sabios consejos, que los gurús económicos me reclaman en disminuir los gastos en, ese formidable tinto Tokajy *, cuyas antiquísimas parras tal vez estuvieron en alguna mesa de nuestro redentor, y ahora ya no estarán más en

Un pavo para navidad !!

  Examino y voy comparando las ofertas de este apócrifo y erradamente llamado, “favor o servicio de horneado ”. ¡Diablos y demonios rostizados!, hornear o asar un simple pavito en estos lugares, para disfrutarlo en la noche pascuas, resulta como desembolsar una pequeña fortuna. Tal vez habría la posibilidad de contemplar la opción de pagarlo por armadas, así como lo hacemos cuando compramos algún bien inmueble, por lo que, me apresto a buscar el aval de un fiador bancario o algo por el estilo, de lo contrario, será como un asalto a mano armada y con mi consentimiento, pero con mi plena honda aflicción. Resulta que me quieren cobrar por gramo, kilo, libras, por fuente grande o chica, bandeja o plato, en fin, Y en cualquiera de los casos y en todos, resulta que el horneado, es más caro que el costo del mismo pavo. Había contemplado la posibilidad de adjuntarle un par de papitas, pues esto de comer pavito sólo no me agrada. Pero al leer la letra chiquita de la cartilla de “ OFERTA”

Hijos de la luz

  La concepción tradicional de nuestros retoños, está sujeto al azar y sobre todo determinada por la carga genética de los padres, pero pronto todo ello será cosa del pasado. Es posible que muy pronto estará nuestro alcance, como una especie de app o algo más o menos parecido, un esquema ideal, a modo de un listado de una serie de características y atributos que ambicionemos anidar en alguna estructura del ADN de nuestros críos, para que se manifieste fenotípicamente en la medida que estos se desarrollen. De esta manera, los padres acudientes a tal sistema, imagino a los más conservadores con inclinación a lo racional y las ciencias, los pedirán de acuerdo a estos parámetros. Aquellos que se inclinan por las artes, también solicitarán dichos atributos en la carga genética a descargar en sus futuros hijos. Me imagino que los pillos también querrán que su progenie no se extinga y los ordenarán con sus mismas cualidades y quizás con alguna exigencia más sofisticada, y que un futu

La red

  Antes del florecimiento de las diferentes plataformas de comunicación que disfrutamos ahora, encontraba una serie de excusas y pretextos, a los que alegaba como obstáculos, para mantenerme más o menos instruido, enseñado, bien informado y, me parecia dificil explorar las diferentes formas de vida que existen aquí en nuestro globo y más allá de éste y, realmente no sabía que podían existir. Sólo tenía a mi disposición, escasas bibliotecas públicas o privadas y había que desplazarse a ellas y muchas veces no te prestaban los libros para llevártelos a casa, donde relajadamente podías consultar lo que necesitabas realizar. Disponía de una programación doméstica de tv, pero al igual como anteayer, hoy y doy por sentado que mañana, la miseria de sus contenidos será la norma, y optaba por la tv paga "de cable", pero al final tal vez con honrosas excepciones, eran un poco más de lo mismo, pero sólo con un poco más de nivel. La radio, bueno en esos tiempos sólo la usaba para