... Ante la evidente imposibilidad de lograr que cualquier texto sobre ciencias duras o blandas y, otras materias relacionadas con la academia formal, llegue a la mayoría de la gente, para que de algún modo todo este conocimiento generado no se pierda en el olvido y cumplan con algún otro objetivo, aparte del muy noble que se los concibió, como apolillarse en los anaqueles de las bibliotecas de las universidades, de los institutos y en fin, de cualquier otra institución académica. Entonces, es hora de repensar en nuevos formatos para dar paso a una eficiente y vasta divulgación. Cualquier documento científico o formal, en general, sigue ciertas pautas básicas y estrictas basado en la formalidad y rigor, en consecuencia, también la redacción y su formato de presentación responde a dichos parámetros. Se trata entonces, de buscar un vehículo más amigable para utilizarlo como contenedor, y este contenedor que recoge el conocimiento, tiene que romper con los viejos esquemas, para o...
Cuando éramos chibolos mis hermanos y yo, siempre estábamos en casa de la abuela materna, nuestra madre siempre nos llevaba a visitarla. Yo en particular terminaba almorzando en casa de la abuela e invariablemente por alguna razón, lo realizaba, extemporáneamente. En casa de la abuela gustaba de preparar su arroz, para mi gusto, hasta sobre cocerlo al punto en que se tornaba concolón, - dícese del arroz que por el hecho de un exceso en su cocción, pierde completamente la humedad que le da una cocción regular por lo que, al someterla a mayor exposición de ésta, los granos terminan adheridos a las superficies internas de la olla y se tornan en una especie de corteza dorada, muy crocante para mi gusto y que mucha gente venera y adora tal textura y color,- sin embargo, ahora y como entonces siento repulsión por éste modo de preparar dicho cereal. Yo cándidamente, por no rehusar al gesto de la abuela que muy afectuosamente calentaba para mí, dicho platillo, optaba por una soluc...