… Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras comics de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc
No es un lenguaje vernacular, o lengua extranjera, que se está apoderando de nuestro léxico habitual, más bien es una especie de habla domesticada, muy propio de estas tierras, esmirriadamente refinada, labrada y esculpida en las litografías etéreas de las mentes de los sibaritas intelectuales de la calle. Y su uso se extiende y se hace más vertiginoso que virus en pandemia , pero a diferencia de ésta última, no deja muertos ni heridos, sólo desubicación, por la falta de entendimiento real del significado de las palabras escuchadas. Estoy seguro que pronto se derramará su uso, y éste desalojará inevitablemente a nuestra lengua materna, tal cual nos enseñaron en la escuela, pues los chibolos ahora ya son en extremo avispados en su uso, por lo que me queda solo dos opciones, el de ir aprendiendo su uso, o voy practicando el lenguaje de señas, pues de lo contrario será como un diálogo de sordos. Y es que esta singular forma de hablar ha sido acuñada por la real academia de la lengua