… Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras comics de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc
Mis primeras lecturas cuando era un chibolo las recuerdo perfectamente, me encantaban las historietas en especial las de condorito, de hecho las coleccionaba hasta ya entrado en la adultez. Luego por sugerencia y animado por mi amigo de la infancia que era un eximio lector en aquel género de lectura, me fui metiendo sin saberlo en el mundo de los libros de bolsillo, con las famosas coboyadas* del oeste. En un principio me parecían un montón de letras sin fin, carecían de cualquier gráfico salvo el de la tapa y la contraportada. Todo un bloque de letras en formato pequeño de allí su denominación, me parecía algo extraño y poco menos que aburrido irrumpir en dicho genero, por la ausencia de dibujos a los cuales estaba acostumbrado, pues no me imaginaba como disfrutar la historia, sin su respectivo cartoon , pues estas le añadían a la lectura un soporte más visual y la narrativa se hacía vivida. Me convertí en un adicto consumidor de ellas, las podía llevar a todo sitio, metidas en