… Para Mis Mascotas Cuando era chiquito , crío, párvulo, infante o como quieras llamarlo quería ser un super héroe tan igual como aquellos de las tiras comics de las revistas que acostumbraba leer, deseaba tener super poderes, volar, luchar por la justicia y salir siempre vencedor de aquellas lides donde los malos pretendían salirse con la suya, en fin. Y también creo que, eran la aspiraciones de todos aquellos chiquillos de aquel tiempo. Eran deseos nobles, como la nobleza de los héroes protagonista que leíamos en las historietas, que mantenían a sus ciudades utópicas libres del crimen. La "tv" era algo secundario e intrascendente mientras corría nuestra niñez, más bien las correrías en los parques, en las calles y campos era nuestra exigencia, diversión y entretenimiento prioritario. Ahora, me llama la atención las declaraciones honestas de cierto niño, interrogado acerca de su héroe favorito y/o aspiraciones. Y reconoce que su máxima aspiración es llegar a conoc
Cuando éramos chibolos mis hermanos y yo, siempre estábamos en casa de la abuela materna, nuestra madre siempre nos llevaba a visitarla. Yo en particular terminaba almorzando en casa de la abuela e invariablemente por alguna razón, lo realizaba, extemporáneamente. En casa de la abuela gustaban de preparar su arroz, para mi gusto, hasta sobre cocerlo al punto en que se tornaba concolón, - dícese del arroz que por el hecho de un exceso en su cocción, pierde completamente la humedad que le da una cocción regular por lo que, al someterla a mayor exposición de ésta, los granos terminan adheridos a las superficies internas de la olla y se tornan en una especie de corteza dorada, muy crocante para mi gusto y que mucha gente venera y adora tal textura y color,- sin embargo, ahora y como entonces siento repulsión por éste modo de preparar dicho cereal. Yo cándidamente, por no rehusar al gesto de la abuela que muy afectuosamente calentaba para mí, dicho platillo, optaba por una solución